Las leyendas medievales lo describen como uno de los primeros reyes británicos, considerado un héroe nacional en Gales y una de las inspiraciones para las leyendas del Rey Arturo. Este era el personaje que vivió en la Gallaecia y fue Emperador, Magno Clemente Máximo.
A finales del siglo IV, la época de esplendor y gloria de los césares del Imperio Romano había quedado atrás. Faltaba un siglo para que Roma alcanzara su ocaso. Nació en la familia aristocrática de los Flavios, siendo hijo del general romano Flavio Julio Eucherio, sobrino de Flavio Julio Honorio y primo del futuro emperador Teodosio, alrededor del año 340.
En 368, junto a su patronus y pariente Teodosio el Joven, marchó a Britania para participar en la campaña que rechazó una invasión de varios pueblos bárbaros, defendiendo el Muro de Adriano, la frontera norte, en lo que Amiano Marcelino llamó la “Conspiración Bárbara”. Allí cimentó gran parte de su prestigio personal al participar activamente en la campaña de manera destacada, aunque los detalles son desconocidos. Durante estos años, estableció fuertes lazos con la población britana y pasó a formar parte de la leyenda del Imperio al convertirse en soberano de Occidente.
La política religiosa de Máximo se caracterizó por una firme defensa del credo Niceno, establecido por el Concilio de Constantinopla en 381 d. C. El evento más notable de su política religiosa fue el proceso conocido como los Juicios de Tréveris contra los priscilianistas, que culminó con la ejecución del líder de la secta, Prisciliano, y algunos de sus seguidores. A pesar de esto, Máximo mantuvo buenas y estrechas relaciones con la Iglesia, y solo se le ha criticado su manejo del asunto priscilianista, especialmente por el clero galo. Su enfrentamiento más severo fue con Ambrosio de Milán, quien, además de censurar la ejecución de Prisciliano, defendía los intereses de Valentiniano II, emperador en Milán. Destacan las excelentes relaciones con Martín de Tours, quien lo visitaba con frecuencia, entre otros motivos, para interceder por Prisciliano y por aquellos que permanecían leales a Graciano, a quienes Máximo siempre trató con respeto, hasta el punto de compartir mesa con él y su esposa en numerosas ocasiones.
La política de Magno Máximo buscaba controlar todo el Occidente pero el plan fracasó debido a la oposición de la Corte de Milán y de Ambrosio. Teodosio no se unió a las pretensiones del usurpador, que solo lo fue al principio; ya que después del acuerdo de Verona en 384, se convirtió en usurpador al invadir Italia.
Según la “Historia de los reyes de Britania” de Godofredo de Monmouth, que es la base de muchas leyendas inglesas y galesas, Máximo fue rey de Britania. En el relato del “Mabinogion Breuddwyd Macsen” (El sueño de Macsen Wledig), se menciona que la esposa de Máximo era la hija de un poderoso jefe britano de Segontium, en la región de Caernarfon, en el norte de Gales, conocida como Elena de Caernarfon. A Máximo se le atribuye la colonización de Armórica, que llevó a cabo con los soldados que trajo desde Britania.
El destino de su familia es desconocido, aunque parece cierto que, además de su esposa e hijas, le sobrevivió su madre, quienes fueron perdonadas por Teodosio. Es probable que se pueda seguir el rastro de algunos de sus descendientes.
Su hijo y colega en el trono, Flavio Víctor, fue asesinado por el general Arbogastes poco después de su padre, por orden de Teodosio.
Su hermano Marcelino, que ya ocupaba un puesto importante durante el gobierno de Graciano, sirvió bajo las órdenes de su hermano y probablemente murió en alguna de las batallas libradas contra Teodosio.
Su hija Severa es conocida por una inscripción de la época altomedieval, procedente de Gales, llamada el Pilar de Eliseg, donde Severa aparece como la esposa de Vortigern, rey de los bretones. Sus descendientes dieron lugar a la dinastía Gwerthernion, que gobernaría el reino de Powys en Gales.
Otra de sus hijas, cuyo nombre es desconocido, fue esposa de Ennodius, procónsul de África en 395.
Su nieto, Petronio Máximo, fue otro emperador con un trágico final. Tras gobernar Roma durante 77 días, murió lapidado el 24 de mayo de 455. Entre otros posibles descendientes se encuentran Olibrio, quien fue emperador en 472, así como varios cónsules y obispos, como san Enodio, obispo de Pavía entre 514 y 521. Sin embargo, aparte de Marcelino, Flavio Víctor y un tal comes Víctor, que podría ser su tío, los demás nombres mencionados son solo suposiciones no completamente verificadas históricamente, aunque gran parte se basa en tradiciones posteriores. Otra leyenda afirma que san Ilidio de Clermont curó a una de sus hijas poseídas. Además, las leyendas medievales lo sitúan como uno de los primeros reyes británicos, considerado un héroe nacional en Gales y uno de los inspiradores de las leyendas del Rey Arturo.
LA LEYENDA
Alrededor del año 1135, Máximo ya era un personaje legendario, pero se volvió épico cuando Geoffrey de Monmouth publicó su “Historia de los Reyes de Britannia”, que sirvió de base para gran parte de las leyendas inglesas y galesas. En ella, se narra que un emperador romano fue rey de Britannia, ya que su esposa era la hija de un poderoso jefe britano. Se considera a Máximo ese emperador, aunque, al igual que las leyendas de Arturo, el personaje legendario podría combinar elementos de distintos personajes históricos. En esta obra, Arturo, al ser preguntado por qué Roma debería someterse a él, justificaba su derecho afirmando ser descendiente de Máximo y Elen.
Otra obra publicada 200 años antes que la anterior “Historia Brittonum” transforma la leyenda de Máximo, convirtiéndolo en uno de los fundadores de la historia galesa. Es considerado un héroe nacional de Gales, tanto que varios reyes medievales, al igual que Arturo, afirmaban ser sus descendientes. Así, un personaje de la Gallaecia llegó a ser Emperador de una de las mayores superpotencias de la historia y se convirtió en una figura legendaria, a la que incluso el Rey Arturo deseaba tener como pariente. Esta es la historia de un personaje legendario que fue Emperador: Magno Clemente Máximo.
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